domingo, 4 de noviembre de 2007

SEIS MESES DESPUÉS

Mamá:
Han pasado sies meses desde tu partida. Seis meses en los que no te tengo físicamente, pero que estás aún más presente dentro de mí, en mi caminar, en mi vida, en mi totalidad.
Cada segundo de mi vida estás presente... cada segundo. Aún llego a casa y digo casi sin querer un "ma, ya llegué" y juro que escucho siempre de tu boca un "papá, ya llegaste". Te escucho y y te escucharé siempre. ¿Cómo olvidarse de toda una vida al lado de mi madre? ¿Cómo olvidarse de una amiga, de una cómplice a quien le contaba cada cosa, por minúscula que sea?
Ahora me trago muchas cosas, muchas vivencias, las comparto contigo en silencio, entre nuestros corazones, en el día a día.
Hoy, a los seis meses sin tu presencia física aún no lo puedo creer, jamás lo creeré, pero igual te quiero felicitar por tus seis meses mamá con la paz que tanto querías, con la luz de un Dios que vive en mí también. Triste para mí, pero reconfortante saber que tú estás mejor.
Ya nos encontraremos, espero con ansias ese día, quiero darte un abrazo, el abrazo más fuerte que te podría dar y decirte, como te lo dije muchas veces, jamás las suficientes: "gracias por ser mi mamá, gracias por haber nacido de ti, gracias por ser hechura tuya, gracias por verte en el espejo, gracias mamá, la única, la única, que Dios te bendiga y feliz día otra vez".

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